lunes, 11 de mayo de 2009

Ataque al buen gusto


Desde hace un tiempo, demasiado, tenemos que convivir con un grupo de personas, cada vez mayor, que atentan seriamente contra el buen gusto y nadie hace nada para evitarlo. Se trata de los chandaleros. Nunca he aceptado que esta prenda de vestir, cómoda donde las haya y gracias a la cual nuestros atletas patrios han alcanzado el mérito deportivo, se utilizara para otra cosa que no fuera la práctica del deporte, fin para la que fue creada.

Sin embargo, ya se ha convertido en algo habitual el ver a ellos y ellas pasearse por ahí, sobre todo los domingos, luciendo su chándal. Ya nadie se sorprende si va un domingo por la tarde a Salera y se encuentra el centro comercial lleno de familias enteras enfundadas en su uniforme dominical. Hace un tiempo hice la prueba y cuál fue mi horror al comprobar que el 90 por ciento de las personas que por allí deambulaban vestían la horrenda prenda. Familias enteras, padre, madre y vástagos varios, lucían insolentes su chándal dominguero, mostrando impávidos sus michelines y barrigas por seguir costumbres contrarias, precisamente, a las del chándal, es decir, vida sana y mucho deporte.

¿No deberíamos hacer algo? No se… revisar el Código Penal para poder parar esta epidemia que está minando las buenas costumbres. Si fuera por mí propondría pena de cárcel para todo aquel que se atreva a insultar el buen gusto y a afear las calles y lugares públicos con la imagen esperpéntica del chándal dominguero.

Caso a parte merecen los varones que, no suficiente con llevar los pantalones sueltecillos del chándal, aprovechan para rascarse la entrepierna más cómodamente. Para esos le pediría restaurar inmediatamente la cadena perpetua, sin compasión. Aaaaaaaggggg!!!!!

P.D.: como no he encontrado una foto mía en chándal, he puesto esta que muestra lo que me pasó por llevarlo.

Como no se me ocurría ninguna canción que hable de algo relacionado con el texto he puesto esta que me gusta...


3 comentarios:

Wild Colonial Boy dijo...

mmm, es curioso que el chandal haya pasado de ser el atuendo tradicional de yonquis y otras gentes de mal vivir a ser la seña de identidad de determinadas tribus urbanas que pululan por, p.ej. el Sonar, el Electrosplash, y eventos de este tipo--- El cuento ha cambiado mucho desde que nos lo contaban de pequeños :-)

farru dijo...

pues yo tenía un jefe que iba a trabajar en chandal...

Sense Traça dijo...

Wild Colonial Boy: En realidad no ha cambiado tanto, lo que ha cambiado es el tipo de yonquis, que ahora son más pijitos y van a festivales, jajajajaja!!!!

Farru: Yo tenía una jefa que los fines de semana también iba a trabajar en chándal, igual se conocían o algo...