Desorden

No, esto no es una canción de Los Planetas, aunque podría. Esto es una declaración de intenciones en toda regla, también una reflexión profunda de lo que ha estado pasando durante estos últimos meses por mi cabeza y, porque no, en cierto modo una disculpa a todos aquellos a los que hice daño por el camino.

Hoy he vuelto de mi retiro voluntario ﴾por lo visto estar en el paro tiene algo de bueno y es que te permite desaparecer cuando más lo necesitas﴿. Durante casi tres días me he dedicado a dar largos paseos y a pensar, he pensado mucho, alejada de teléfonos perniciosos que me hacen enviar sms inoportunos o cualquier ordenador con conexión a Internet para apartarme de messengers, blogs y demás ﴾la última actualización la deje escrita antes de marcharme y para nada refleja ya mi estado de ánimo actual﴿, a ver si conseguía poner un poco de orden en mi cabeza que estas últimas semanas ya se parecía demasiado a mi habitación.

Los que habéis estado cerca de mi sabréis que los últimos meses han sido duros, muy duros para mi y que, aunque he tratado de disimularlo, desde Navidades todo se ha descontrolado y no he sido capaz de encauzarlo de nuevo.

Durante este tiempo he tenido cambios de humor constantes, que algunos habéis tenido que aguantar y otros, y esto no os lo reprocho, no. Ahora, mirando las cosas con perspectiva me doy cuenta que no todo era tan importante como parecía y me da pena pensar que algunas de las cosas que mi inestabilidad emocional estropeó no se podrán reparar nunca. Sin embargo, algunos me han tenido que aguantar más de lo que se puede pedir nunca a nadie, y no se si alguna vez mereceré todo ese apoyo y cariño.

Por otro lado, los que me conocen bien saben que me muevo por impulsos, que las estrategias no son para mí y que si tengo claro que algo me interesa me lanzo de cabeza a por ello. Ese ha sido otro de mis errores, no saber esperar y no saber apartarme a tiempo para que no me arrollara el tren de cercanías cuando se acercaba, aún a sabiendas que no era el momento ni para mi ni para los demás. Ahora creo que ya es demasiado tarde también para eso, pero ya no estoy triste, bueno, un poco sí. Aunque tengo la extraña sensación de que, aunque las cosas nunca serán como a mi me habría gustado que fueran, quizás podamos reencontrar ese punto de normalidad y equilibrio que un impulso rompió. Quien sabe, de momento, me quedo quietecita en mi rincón a esperar a ver que pasa, que el destino siempre tiene preparadas sorpresas y, aunque no creo mucho en esas cosas, mi horóscopo me ha dicho hoy que “puedes conseguir mucho más y, dentro de poco, lo conseguirás”.

Pues a ver si es verdad. Sin rencor, con esperanza, un beso.

Nota: La foto es de la Magdalena 08, cuando todavía vivíamos tiempos felices.